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Subasta 784, Lote # 358 R - Núñez, Francisco.
Oración Fúnebre que con Motivo de las Solemnes Exequias Celebradas por la Buena Memoria del Sr. Juan Antonio del Castillo y Llata, Conde de la Sierragorda…
México: En la Oficina de D. Alexandro Valdés, 1818.
8o. marquilla, 3 h. + 30 p. + 3 h. + 52 hojas útiles.
Ilustrado con litografía de D. Juan Antonio del Castillo y Llata por M.R.V.
Dedicatoria de antiguo propietario en guarda.
Lomo y cantos gastados.
Encuadernado en pasta dura.
La necesidad de crear un mando unitario y un sistema seguro en la cobranza de los dineros, obligó al Virrey a implementar la creación de varios arzobispados, los cuales tendrían la obligación de vigilar y guiar las necesidades espirituales y temporales de la población. El Virrey Miguel José de Azanza, quién, auxiliado por funcionarios ordenó la elaboración de un proyecto para la erección de varios arzobispados en los territorios de Villa de Valles, Valladolid, Puebla y el Nuevo Reino de León. En su instrucción al Virrey Marquina, menciona: "Los vastos territorios que comprenden cada una de las provincias de este Reino… la consiguiente desproporción que se observa en el producto del diezmo y otras varias causas que suelen hacer necesarias la unión o división de las Iglesias...para ello conferí al Teniente Coronel D. Antonio del Castillo y Llata para reconocer prolijamente los parajes…"El 8 de octubre, del mismo año, Del Castillo y la Llata aceptó y el 20 de febrero, acompañado de Fray Vicente de Santa María, el Capitán José María de Escandon y el escribano José María Butrón salieron de Querétaro. Antes de su partida, mandó un cuestionario a las autoridades civiles, militares y religiosas de cada región; inquiría sobre el número de almas, indios, no indios, número de curatos o pueblos que tenían en su jurisdicción. La organización en su recorrido, denota la capacidad administrativa y el espíritu científico propio de la centuria ilustrada. Antes del establecimiento de una diócesis, estudió los problemas relativos a la subdivisión política - administrativa que afectaba a cada zona. Al final, redactó un informe estadístico en donde señaló los resultados de su comisión; analizó de manera precisa las condiciones de vida, recursos naturales, problemas sociales y la situación geográfica de cada región que visitó. Entregó el reporte al Virrey, sin embargo, su trabajo no fue aprovechado durante la Nueva España y fue hasta el siglo XIX que su aporte fue rescatado por el gobierno del recién formado país.
Estimado $7,000-9,000
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